La disfonía infantil (ronquera infantil) viene provocada por un sobreesfuerzo vocal, cambiando el tono de la voz del niño, haciéndola más ronca. Suele aparecer más en niños que en niñas, y sobre los 6-7 años, aunque puede empezar desde los 3.
Al principio dura algunos días y seguidamente la voz se recupera, pero si se sigue cometiendo este mal uso y abuso de la voz, las disfonías se convierten en algo más frecuente, pudiendo llegar a ser constantes.
Por todo esto, los padres deben seguir unas pautas de higiene vocal, vigilándolos, y a la vez aplicarlas a ellos, ya que los niños les tomarán como ejemplo.
Aquí os damos una muestra de estas pautas:
- Usar un volúmen moderado durante todo el día.
- No hablar en sitios ruidosos porque de esa manera intentamos chillar para que nos oigan.
- Intentar no hablar delante del televisor, radio... objetos ruidosos.
- Evitar el carraspeo improductivo, si queremos aclarar la garganta es mejor toser.
- Reducir el tiempo de habla cuando tengamos un catarro.
- Mantener un ritmo regular de sueño.
- Mantener la cabeza y los pies secos.
- No tomar bebidas excesivamente frías ni calientes.
- Cuidado con los aires acondicionados, ya que afectan a la mucosa.
- Usar humidificadores en la calefacción.
- Procurar ser buen modelo en cuanto al uso correcto de la voz, hablando al niño siempre con un volúmen y velocidad normal, y acostumbrarle a escuchar a la persona que está hablando.
- Una buena higiena bucal contribuye a que la boca esté en buenas condiciones para hablar.
- No exponer a los niños a ambientes donde haya humo de tabaco.
- Realizar ejercicios de relajación del cuello.
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