El TDAH es un trastorno de múltiples causas con una base neurobiológica y predisposición genética que interactúa con factores ambientales. Es importante que los padres NO se sientan culpables del TDAH de sus hijos, al igual que no se pueden sentir culpables si su hijo fuera diabético, pero sí es cierto que las personas que les rodean, hagan sentir esa culpabilidad, insistiendo en que han cometido errores en su educación, que han sido muy permisivos, o que el niño o la niña están muy mimados. Bien esto NO es cierto.
Los criterios diagnósticos para el TDAH son los siguientes (según DSM-IV):
CRITERIOS DE DÉFICIT DE ATENCIÓN
1- A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido
en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
2- A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades
lúdicas.
3- A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
4- A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones
en el lugar de trabajo.
5- A menudo tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
6- A menudo evita, le disgustan las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
7- A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades.
8- A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
9- A menudo es descuidado en las actividades diarias.
CRITERIOS DE HIPERACTIVIDAD E IMPULSIVIDAD
1- A menudo mueve en exceso manos y pies o se remueve en su asiento.
2- A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que
permanezca sentado.
3- A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado
hacerlo.
4- A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
ocio.
5- A menudo está en marcha o parece que tenga un motor.
6- A menudo habla excesivamente.
1- A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
2- A menudo tiene dificultades para guardar su turno.
3- A menudo interrumpe o estorba a otros.
Según el DSM-IV se deben cumplir seis de los nueve ítems para déficit de atención y seis de los nueve ítems para hiperactividad e impulsividad.
SÍNTOMAS
DE 1 A 3 AÑOS
Tienen cambios temperamentales; desobedientes, no respetan las normas, impulsivos, molestones, y pueden tener alteraciones del sueño, problemas de lenguaje y del desarrollo motor.
El diagnóstico a estas edades es difícil, ya que se confunde con las características propias de estas edades.
DE 3 A 6 AÑOS
Excesiva inquietud motriz, impacientes, no se entretienen con ningún juguete, accidentes frecuentes, problemas de relación social, mala interacción con los padres, problemas de aprendizaje.
jueves, 25 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario